martes, 10 de agosto de 2010

Terminan


SANTO DOMINGO de Las Sierras



Se asegura que en el año 1885, el leñador Vicente Aburto trabajaba como todos los días en la propiedad del señor Inocente García Lara; fue en una mañana cuando el humilde campesino encontró la pequeña imagen de Santo Domingo dentro de un hueco del árbol del madero negro, Vicente se sorprendió y corriendo se lo comunicó a su patrón.
PRIMERA FIESTA EN HONOR A SANTO DOMINGO

Ante aquel milagro, todo se convirtió en (la primera fiesta) ya que todos los que vivían en los alrededores de Las Sierras visitaban la hacienda del señor García Lara para conocer la diminuta imagen que este año 2000 cumple 115 años de haber aparecido y de haberse convertido en el santito más milagroso que venera nuestro pueblo católico.

TENIAN LA IMAGEN PERO NO SABIAN A QUIEN REPRESENTABA

Nadie sabía qué representaba aquella estatua y fue necesario realizar reuniones para investigar qué santo era; surgió la duda y las familias comenzaron a cavilar qué será, sería el que apareció misteriosamente y se determinó visitar una iglesia en Managua.

NACE LA PRIMERA «TRAIDA» A MANAGUA

Unas doscientas personas se encaminaron a Managua para visitar la ermita de la Veracruz (la que estaba donde hoy se levanta el monumento a Rubén Darío); al frente del grupo venían Vicente Aburto y su mujer Cirila, los peregrinos llegaron donde el sacerdote para que les informara algo sobre el santito y el reverendo les dijo... «Se trata de un gran misionero, predicador cuyo nombre es Santo Domingo de Guzmán, siendo sus padres nobles, nació el 24 de junio de 1170; su papá era Félix Guzmán, gobernador de Calaruega y su mamá es la beata Juana de Aza. Domingo de Guzmán se dedicó pronto a los estudios eclesiásticos, renunciando a las riquezas para dedicarse a misionero, protector y defensor de los esclavos; fue un hombre que fundó la Orden de los Predicadores y profesó el amor al prójimo; fundó el rezo del Santo Rosario. Muere en el año de 1221.

LA IMAGEN APARECE POR SEGUNDA VEZ

Después de saber la historia de aquel santito, los campesinos dejaron la imagen en Managua y regresaron a Las Sierritas donde el misterioso santo volvió al hueco del mismo árbol del madero negro; Vicente Aburto se alarmó y corrió por todos los caseríos diciendo que Santo Domingo había regresado; nadie le creyó pero al final se dieron cuenta que decía la verdad; fue así que todos retornaron a Managua y expusieron el caso al cura párroco quien sonriente les dijo que no era posible ya que la imagen de Santo Domingo estaba en un altar dentro de la iglesia; fueron al altar y comprobaron que el lugar estaba vacío.

EL SACERDOTE ACONSEJA SE LEVANTE UNA ERMITA EN LAS SIERRAS

Ante el misterioso caso de la nueva aparición de Santo Domingo en Las Sierras, el sacerdote dijo a los peregrinos que dejaran al Santo en Las Sierritas y que le construyeran una ermita y lo trajeran cada año a Managua para que visitara la ciudad capital; así nació la tradición de la «Traída» de Santo Dominguito.

LA PRIMERA ERMITA Y NUEVAS IGLESIAS

Construyeron la primera ermita con material de paja en el mismo lugar donde estaba el árbol de Madero Negro y cada primero de agosto se reunían muchos campesinos a entonar canciones folclóricas acompañados de bandolinas, guitarras y marimbas, se escogió ese día para llevarlo en alegre procesión a Managua y retornar el diez de agosto a Las Sierritas. Fueron las primeras fiestas donde los creyentes viajaban en carretas o a caballo.

El trayecto era dificultoso por su mal estado y en días de lluvias se hacía más difícil. El señor Antonio Cuaresma construyó la iglesia de madera, pero el 31 de marzo de 1931 fue destruida por el terremoto; es así que el señor Nicolás Estrada y otros creyentes construyeron el nuevo hogar de Santo Domingo y años después fue remodelada la construcción por Monseñor Luis Enrique Mejía y Fajardo.

NADA NI NADIE HA IMPEDIDO QUE SANTO DOMINGO PASE 10 DIAS EN MANAGUA

La epidemia del cólera a fines de 1887, ni el inclemente sol y torrenciales aguaceros, nada impide este ir y venir de los creyentes y promesantes; los terremotos de 1931 y en 1972, su pueblo cortó las alambradas que cercaban la ciudad y como milagro viviente es la Iglesia de Santo Domingo de Managua que no sufrió daños en ese terremoto. Dos veces lo han secuestrado, en 1961 y en 1965 pues según los implicados de estos hechos, lo hicieron para que perdurara la tradición, ya que ellos se enteraron que el padre Siero y el Obispo González y Robleto, habían firmado una orden decretando no dar permiso para que se efectuara la tradicional «Traída» y «Dejada»; la guerra fraticida de 1979, la crisis económica que viene sufriendo el pueblo, no han logrado detener ese amor, ese fervor a su líder indiscutible, el auténtico líder de los nicaragüenses que concede favores y ayudas a miles de promesantes que año con año se congregan para rendirle honores y pleitesía, festejándole con fe, amor y devoción. ¡Viva Santo Domingo!

* Recopilador de datos históricos
* —HUGO HERNANDEZ OVIEDO*— El Nuevo Diario.

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